
Hace tiempo leí por allí una estadística que revelaba que las dos entidades federativas con un sentimiento xenofobico mas arraigado eran Quintana Roo y Baja California Sur; esto resulta fácil entenderlo evaluando dos coincidencias entre estos dos estados.
Primero, ambas son las ultimas en haber sido constituidas como entidades federativas; y segundo, ambas guardan por su situación geográfica un aislamiento del resto del país; por tanto el sentimiento de pertenencia lo hemos desarrollado en función de nosotros mismos, pues padecemos un sentimiento de orfandad respecto del demás México.
Muestra de esta xenofobia latente la encontramos en los términos despectivos tan comunes con los cuales se suele referir a cualquier migrante; quizás para muchos esto pase como mero asunto chusco o anecdótico, pero en el trasfondo revela toda una carga de sentimientos.
Pero, ¿esto es malo?, mas bien es un proceso natural, considerando pues el distanciamiento histórico que mencionaba y que inclusive la Revolución Mexicana paso casi desapercibida por estas tierras, así como todos los demás procesos sociales y políticos; llegándose inclusive a tratar de entender en muchos casos todos esos sucesos como algo que sucede en paralelo a la historia local y que nunca habrá un punto de tangencia entre esa línea y la esfera sudcaliforniana. Un ejemplo chusco reza que cuando a un paceño le preguntaron que haría si el mundo se acabara hoy; el respondió alegremente: Yo me iría a Todos Santos.
Primero, ambas son las ultimas en haber sido constituidas como entidades federativas; y segundo, ambas guardan por su situación geográfica un aislamiento del resto del país; por tanto el sentimiento de pertenencia lo hemos desarrollado en función de nosotros mismos, pues padecemos un sentimiento de orfandad respecto del demás México.
Muestra de esta xenofobia latente la encontramos en los términos despectivos tan comunes con los cuales se suele referir a cualquier migrante; quizás para muchos esto pase como mero asunto chusco o anecdótico, pero en el trasfondo revela toda una carga de sentimientos.
Pero, ¿esto es malo?, mas bien es un proceso natural, considerando pues el distanciamiento histórico que mencionaba y que inclusive la Revolución Mexicana paso casi desapercibida por estas tierras, así como todos los demás procesos sociales y políticos; llegándose inclusive a tratar de entender en muchos casos todos esos sucesos como algo que sucede en paralelo a la historia local y que nunca habrá un punto de tangencia entre esa línea y la esfera sudcaliforniana. Un ejemplo chusco reza que cuando a un paceño le preguntaron que haría si el mundo se acabara hoy; el respondió alegremente: Yo me iría a Todos Santos.
Alcides
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