
El gran déficit de la recta moral radica en su intento de homogenizar (y con decir esto estoy seguro que mas de un moralista se escandalizara); de pretender medir con la misma regla a todo individuo. Sin asumir aquella frase muy cierta de José Ortega y Gasset: yo soy yo y mi circunstancia, sino la salvo a ella, tampoco me salvo yo.
Claro esta que un determinismo en el ámbito moral es inexistente, mas subsiste un innegable condicionamiento, un ejemplo claro nos lo da la psiquiatría que a establecido que aquello aprendido hasta la edad de los siete años en la conducta moral, constituye el patrón de conducta de toda nuestra vida.
Una moral sin fraternidad y sin constextualizacion se vuelve pues, solo una señalización insistente, algo que cansa a los demás, pues como dijo el también filosofo Pascal: el abuso de la verdad es peor que la mentira misma.
Alcides
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