
Dice un refrán medieval se conoce al Rey por los bailes de la corte, es decir, por la forma de divertirse de la gente se puede conocer quien es su soberano; hoy que la democracia a diezmado gravemente las castas de sangre azul y por ende casi extinto los salones de reyes donde se bailaba al son y compás de Mozart, los Strauss, etc., se podría modernizar tal refrán replanteándose de la siguiente manera: se conoce a los gobernantes por los programas de televisión. Es decir, lo que vemos en la televisión, contrario a lo que muchos creen, no es una imposición de algunos obscuros productores, sino que se van dictando los moldes de los programas en función de lo que el gran publico espera ver. Si el Big Brother tiene éxito, démosle mas Big Brother a las multitudes, si lo que gusto fue Beverly Hills 90210, démosle una sarta de series de ese tipo cambiándole uno que otro elemento mínimo.
Con franqueza a mi me gusta ver la serie de Doctor House, que no es mas que otra versión de Greice, que a su vez es una variante de Sala de Emergencia, que a su vez, no dudo sea la versión de sabe que serie de doctores. Ahora bien, la mayoría nos cargamos de los moldes a partir de los estereotipos que nos plantean en televisión, o estos son un reflejo de lo que somos, por ello nace la empatia, por eso son nuestros ídolos. Entonces me surge irremediablemente la pregunta: ¿Qué nos presenta el Doctor House que logra el éxito que ha tenido?. La misma serie pretende responder con el slogan “brutalmente honesto”, pero no, si de algo carece el personaje de House es de honestidad, pues es drogadicto, asiduo visitante de prostitutas, miente a todo el mundo, esconde sus sentimientos y un bastante largo etcétera, entonces ¿Qué es lo que nos atrae?. Creo que en gran medida es que representa al individuo promedio en los tiempos modernos, es decir, una persona (hombre o mujer) que sacrifica todo por el éxito profesional y financiero, pero cuya vida intima es un desastre, sin cónyuge o algunos divorcios en su haber, con hijos desbalagados por el mundo, con una familia congelada en el pasado, a la cual se le evita lo mas posible, hasta por teléfono. Sin entrar en discusiones sobre política o fe. Si Dios existe, que es lo mas probable, es un tipo buena onda, que se pasea en su Harley por las nubes, desentendido del mundo, ¿Por qué habríamos nosotros que preocuparnos de el?.
Ese es el ideal del individuo moderno, al menos inconscientemente ese es el prototipo y eso es lo que refleja House. Doctor exitoso, con nula vida personal fuera de drogas y sexo furtivo pagado, sin amigos o solo uno, al cual le hace la vida imposible, lisiado para despertar en nosotros cierta afinidad por ser el mas débil, aunque a el solo le sirva para estacionar su moto en el cajón de minusvalidez.
Entonces, ¿Por qué ver Doctor House?, si como lo he planteado es un ídolo de nuestra torcida concepción de la modernidad, bueno, tampoco creo en eso de que solo se deben ver programas edificantes, que hay que vivir con el Discovery Channel, Animal Planet y toda esa serie de canales dedicados a los documentales. En esta vida hay que ver de todo, como lo dijo San Pablo: analícenlo todo y quédense con lo bueno. Así que si bien aquí he pecado de pesimista contra el pobre de House es tarea de cada uno descubrir que es lo bueno que tiene el doctor en cuestión.
Alcides
Con franqueza a mi me gusta ver la serie de Doctor House, que no es mas que otra versión de Greice, que a su vez es una variante de Sala de Emergencia, que a su vez, no dudo sea la versión de sabe que serie de doctores. Ahora bien, la mayoría nos cargamos de los moldes a partir de los estereotipos que nos plantean en televisión, o estos son un reflejo de lo que somos, por ello nace la empatia, por eso son nuestros ídolos. Entonces me surge irremediablemente la pregunta: ¿Qué nos presenta el Doctor House que logra el éxito que ha tenido?. La misma serie pretende responder con el slogan “brutalmente honesto”, pero no, si de algo carece el personaje de House es de honestidad, pues es drogadicto, asiduo visitante de prostitutas, miente a todo el mundo, esconde sus sentimientos y un bastante largo etcétera, entonces ¿Qué es lo que nos atrae?. Creo que en gran medida es que representa al individuo promedio en los tiempos modernos, es decir, una persona (hombre o mujer) que sacrifica todo por el éxito profesional y financiero, pero cuya vida intima es un desastre, sin cónyuge o algunos divorcios en su haber, con hijos desbalagados por el mundo, con una familia congelada en el pasado, a la cual se le evita lo mas posible, hasta por teléfono. Sin entrar en discusiones sobre política o fe. Si Dios existe, que es lo mas probable, es un tipo buena onda, que se pasea en su Harley por las nubes, desentendido del mundo, ¿Por qué habríamos nosotros que preocuparnos de el?.
Ese es el ideal del individuo moderno, al menos inconscientemente ese es el prototipo y eso es lo que refleja House. Doctor exitoso, con nula vida personal fuera de drogas y sexo furtivo pagado, sin amigos o solo uno, al cual le hace la vida imposible, lisiado para despertar en nosotros cierta afinidad por ser el mas débil, aunque a el solo le sirva para estacionar su moto en el cajón de minusvalidez.
Entonces, ¿Por qué ver Doctor House?, si como lo he planteado es un ídolo de nuestra torcida concepción de la modernidad, bueno, tampoco creo en eso de que solo se deben ver programas edificantes, que hay que vivir con el Discovery Channel, Animal Planet y toda esa serie de canales dedicados a los documentales. En esta vida hay que ver de todo, como lo dijo San Pablo: analícenlo todo y quédense con lo bueno. Así que si bien aquí he pecado de pesimista contra el pobre de House es tarea de cada uno descubrir que es lo bueno que tiene el doctor en cuestión.
Alcides