domingo, 9 de septiembre de 2007

SONETOS miguel de unamuno


1

La oración del ateo


Oye mi ruego Tú,

Dios que no existes,

y en tu nada recoge estas mis quejas,

Tú que a los pobres hombres nunca

dejas sin consuelo de engaño.

No resistes a nuestro ruego

y nuestro anhelo vistes.

Cuando Tú de mi mente más te alejas,

más recuerdo las plácidas consejas

con que mi ama endulzóme noches tristes.

¡Qué grande eres, mi Dios!

Eres tan grandeque no eres sino Idea;

es muy angostala realidad

por mucho que se expandepara abarcarte.

Sufro yo a tu costa,

Dios no existente,

pues si Tú existieras existiría yo también de veras.


2


Mi Dios hereje


Aunque ellos me maldigan

qué me importa si me bendices Tú,

mi Dios hereje;tu santa diestra mi destino teje

y Tú me enseñas que la vida es corta

y muy larga la muerte.

Me conforta Tu silencio mandándome

no cejeque lanzar a este viento

que nos mece

mi voz que a inquietarse les exhorta.

Mientras de mí, Señor,

Tú no recabes

que aquel nuestro secreto

al fin divulgue yo de ellos no me quejo,

ya lo sabes, y encuentro natural se me excomulgue;

muy justo es que la Iglesia con las llaves

del Pescador rascándose se espulgue.