Hace unos dias que estoy dado a la tarea de convencer a mi hija de que duerma sola en su recamara. Las negociaciones han exijido de su parte, que la acompañe un rato, mientras le llega el sueño.
Anoche, mientras estabamos acostados me dijo:
-Papi, tengo una gran idea.
-Cuentamela.
-Tu renuncias a tu trabajo y yo ya no voy al jardin de niños.
-¿Y eso para que?
-Para quedarnos encerrados aqui para siempre los dos juntitos.
viernes, 15 de febrero de 2008
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