sábado, 27 de septiembre de 2008

Pocoyo


En medio del “ruido demencial” que a nuestros oidos aporta el mundo, a veces es bueno encontrarse con personajes como Pocoyo, que sin mucho dialogo, sin mucho escenario forman historias divertidas, sanas, al menos a mi me hace reir los 7 minutos que dura el capitulo.

Alcides

Muchas noches como esta.


Muchas noches, muchas veces, vengo acá y me siento a escribir, mas en ese mismo instante desaparecen las ideas, hago dos o tres líneas, las borro, cambio de tema…igual nada, vuelvo a borrar, me quedo pensando en algunas de las diez mil cosas que tiene mi vida, cada una son como afluentes de un río, que van haciendo a ese gran río que es mi existencia. Pero no quiero decir con ello, que mi vida sea grande, sino solo que nuestras vidas, la tuya, la mía son un conjunto de mil arroyuelos que forman el rió de la vida, de nuestra cotidiana existencia.
Pensar en que mañana hay que ir al trabajo, hacer un ejercicio mental sobre que camisa te vas a poner, luego brincarse a recordar la comida en el restauran de la carretera, estuvo exquisito el caldo de albóndigas. Luego, ¿dónde rayos abre dejado el disco de Joaquín Sabina?, a ese paseo mental me refiero.
Conozco a mucha gente –bendita suerte- y, todos se ponen calcetines en la mañana, todos sienten hambre y buscan que comer, todos llevan su carro a la gasolineria, a veces se ponen tristes porque la vida les pone una zancadilla, otras están felices en su cumpleaños. La mayor parte de la vida se les va, se nos va en ese universo de pequeñas cosas que conforman el trajinar diario. Así que no debiéramos olvidarnos tanto de eso que parece insignificante e intrascendente, eso es, la vida misma.
Así que yo me despido por esta noche, estoy jugando muy a gusto al Solitario en mi laptop.
Alcides

P.S. I Love You


P.S. I Love You, así se llama la película que acabo de ver, son por allí de las dos de la mañana, domingo 21 de septiembre.
¿Cómo estuvo la película?, me gusto, no esperaba grandes cosas, con ese titulo seria ingenuo esperar algo épico. Sin embargo, confieso, que mis expectativas fueron superadas, en realidad la película, a pesar de ser hollywoodense aborda un gran misterio de la vida: la muerte de un ser amado. Contar la trama no es trabajo que me guste, por Dios que las reseñas las evito, de hecho ni siquiera veo la sinopsis que viene en las cajas de los videos, así que prefiero jugar al azar y rentar una película guiado mas bien por el titulo; al fin al cabo, los títulos que se dan en español son tan nefastos que pretenden casi siempre contar toda la película en cuatro palabras, ¿o no?.
Algo le esta pasando a Hollywood, ya casi no hace películas de finales felices, ya hasta la Barbie se metió al rollo trascendente y sus películas tienen tramas de cuentos clásicos y hasta música de Beethoven, Tchaikovsky y Mendelsohn, ¡abrase visto!. Bueno, esto lo se porque tengo una hija de cinco años y como se supondrá la Barbie es su heroína del momento, así que queriendo y no, he tenido que ver desde Barbie Rapunzel, hasta Fairytopia y la ultima de Castillo de Diamantes o algo así.
Bueno, decía que Hollywood esta cambiando, ya esta dejando atrás la formula encuentro-desencuentro-rencuentro-final feliz, se esta volviendo mas realista en sus libretos, como copiándole al cine hispanoamericano, sobre todo el nuevo cine mexicano y el de los españoles. Es mas crudo ahora, mas real, menos caras bonitas, menos música romántica de fondo, en fin, a mi me gusta el cine sin muchos compromisos sociales, morales y religiosos, me quedo con lo sencillo, que también lo sencillo puede guardar genialidad, belleza y verdad.

Alcides

martes, 23 de septiembre de 2008

El problema de los problemas

El problema de los problemas es que aparentan ser muchos, con lo cual debido a nuestro insipiente agnosticismo acaban por agobiarnos. Si hiciéramos una lista resultaría misión infinita acabarla. Donde metan las narices los humanos acaban sacando un mar de problemas, desde Dios mismo, pasando por la política hasta llegar al mecánico que no ha dejado bien nuestro carro. Todo es motivo de controversia, discusión y desacuerdo, todo es problema.
¿Pero en realidad hay tantos problemas?, bueno, sin duda hay muchos, pero seria interesante hacer un discernimiento si todos los problemas lo son en realidad; pues al menos a mi, me queda el sabor de que muchos intrincados son mas bien consecuencias de otros y, eso suena hasta lógico, ¿no?, un problema desemboca en otro y hasta en otros. Es como si viéramos un rió, ese rió es alimentado por un sin fin de arroyuelos, no ver esos arroyuelos nos lleva a creer que el rió es grande por si mismo, que nació grande quien sabe donde montaña arriba.
Los hombres tenemos la capacidad de razonar, no solo como herramienta para sobrevivir, sino para convivir, pues la vertiente principal de los problemas surgen en la esfera de la convivencia con los demás, somos seres sociales, sin embargo las relaciones interpersonales del nivel que sea suelen estar llenas de bemoles, de sin sabores, de incomprensiones y de todo eso que hace que a menudo salgamos de pleito con Mariquita la de enseguida o con Eustaquio el de abajo.
En este sentido se ha trabajado mucho los últimos años en el área de la psicología para brindar una pedagogía de las emociones, pues son las emociones las que gobiernan nuestros actos, queramos o no, el impulso primero esta ampliamente gobernado por las emociones.

Alcides