
El otro día leí por fin, la confesión que tanto espere de un psicólogo: que la inmensa mayoría de ellos se meten a esa carrera para resolver su vida personal. Si, nada sobre natural, un medico que escoge esa carrera precisamente para sanarse el primero, suena hasta lógico; pues, ese acto de humildad de reconocerlo no lo había visto por ningún lado. Es como si un carpintero no hiciera los muebles de su casa o un electricista no pusiera un foco en el cuarto de lavado si se necesitara, así de sencillo. Pero tenemos en nuestras cabecillas la idea de que un psicólogo es un ser superior, un semi dios, que ha logrado trascender todas las vicisitudes de la condición humana, que detrás de esa pipa, de ese saco con coderas de hule, de ese cruzar la pierna para escuchar nuestros traumas al lado del diván, solo hay un hombrecillo como cualquiera de nosotros. Y esta idea de la debilidad ordinaria del “doctor psiquiatra” me quedo en después de leer aquellas cartas de amor de S. Freud, padre del psicoanálisis y cuyas primeras teorías en el campo de la psiquis son base de lo que hoy son las mas modernas escuelas siquiátricas.
Uno se queda impresionado al leer a Freud, al menos yo si, me quede con esa idea del súper hombre salvo de todo tabú, complejos, síndrome y todas esas cosas que afectan al subconsciente, súper yo o como se le llama a la actividad psíquica. Creía en ese Freud de las fotos. Mas al leer sus cartas de amor, de leer a ese hombre en grado sumo cursi, ¡oh, desilusión!, Freud el padre de los que analizan a los simples mortales era mas ridículo en amores que el tal Cirano de Bergerac.
Alcides
Uno se queda impresionado al leer a Freud, al menos yo si, me quede con esa idea del súper hombre salvo de todo tabú, complejos, síndrome y todas esas cosas que afectan al subconsciente, súper yo o como se le llama a la actividad psíquica. Creía en ese Freud de las fotos. Mas al leer sus cartas de amor, de leer a ese hombre en grado sumo cursi, ¡oh, desilusión!, Freud el padre de los que analizan a los simples mortales era mas ridículo en amores que el tal Cirano de Bergerac.
Alcides
1 comentario:
Gracias!! 🙏
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