
El viernes que pasaba frente a la UABCS me toco ver como montaban las banderas de huelga a la vez que desalojaban a todo mundo del campus. Aunque no sea mi alma matter no deja uno de sentir al menos pena ajena al ver como una institución de educación superior se ha vuelto botín de sindicatos.
Las causas podrán ser justas, no lo dudo, el sindicalismo mismo es una de los principales logros de la clase trabajadora. Pero creo que cuando los mártires de Chicago ven en lo que se han vuelto las famosas huelgas han de unirse a ese sentimiento de pena que nos embarga a los ciudadanos comunes y corrientes.
Se podrá decir que es el riesgo de la democracia y, se tendrá razón, el riesgo de la democracia es acabar siendo una anarquía cuando los intereses de cualquier grupo están por encima del de la mayoría o inclusive sobre el de terceros, porque aquí los mas afectados son los terceros, es decir los alumnos, que nada tienen que ver con los pleitos entre trabajadores y autoridades universitarias.
Cuando tomo posesión el actual rector reconoció que uno de los grandes retos era precisamente acabar con esta mala fama huelguista que tiene la universidad, al grado que su propio hijo, dice preferir no estudiar en la escuela donde su papa es el rector por el desprestigió que tanto paro ha ocasionado a la institución.
Y es cierto, ahora cuando alguien dice que egreso de la UABCS, inconscientemente uno piensa ¿Cuántos semestres se retrasaría por las huelgas?.
Alcides
Las causas podrán ser justas, no lo dudo, el sindicalismo mismo es una de los principales logros de la clase trabajadora. Pero creo que cuando los mártires de Chicago ven en lo que se han vuelto las famosas huelgas han de unirse a ese sentimiento de pena que nos embarga a los ciudadanos comunes y corrientes.
Se podrá decir que es el riesgo de la democracia y, se tendrá razón, el riesgo de la democracia es acabar siendo una anarquía cuando los intereses de cualquier grupo están por encima del de la mayoría o inclusive sobre el de terceros, porque aquí los mas afectados son los terceros, es decir los alumnos, que nada tienen que ver con los pleitos entre trabajadores y autoridades universitarias.
Cuando tomo posesión el actual rector reconoció que uno de los grandes retos era precisamente acabar con esta mala fama huelguista que tiene la universidad, al grado que su propio hijo, dice preferir no estudiar en la escuela donde su papa es el rector por el desprestigió que tanto paro ha ocasionado a la institución.
Y es cierto, ahora cuando alguien dice que egreso de la UABCS, inconscientemente uno piensa ¿Cuántos semestres se retrasaría por las huelgas?.
Alcides
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