
I
Paulina es mi hija, tiene cuatro años pasados. Lleva tres semanas en segundo grado de jardín de niños, y he notado que especialmente los viajes en coche la ponen reflexiva.
Hace un par de días mientras nos dirigíamos a su escuela; ella iba atenta con la mirada hacia fuera viendo pasar las cosas de las aceras, de pronto me pregunto:
Papa, cuando tú todavía no estabas en la pancita de mi abuela, ¿Dónde estabas?.
Me imagino que con Dios, le respondí.
Y yo cuando no estaba en la panza de mi mama, ¿Dónde estaba?.
Me imagino que también con Dios, dije.
Se quedo unos instantes en silencio, para después decir:
Con razón me parece que nos conocemos de antes.
II
Hace rato de nuevo andábamos en coche, buscando algo para su tarea escolar que tiene que presentar mañana, cuando se acerca desde el asiento trasero y me dice casi al oído:
Sabes papa, hace rato hable con Dios.
¿Y eso?, ¿Qué le dijiste?.
Que me hubiera hecho nacer con alas.
La verdad me dio un poco de risa, aunque trate de controlarme, pero fue imposible, así que ella muy recta dijo:
No te rías, que es en serio.
Esta bien, no me reiré, pero ¿Qué te respondió?.
Pues que si me las iba a dar pero mas adelante.
III
Otro día venia ella viendo el cielo nublado y sin quitar la vista en el infinito dijo:
-Sabes, papa, ya descubrí porque Dios no usa zapatos.
-¿Ah, si?, ¿y porque no usa zapatos?.
-Porque si esta en el cielo, solo puede pisar nubes, así que no necesita zapatos.
Paulina es mi hija, tiene cuatro años pasados. Lleva tres semanas en segundo grado de jardín de niños, y he notado que especialmente los viajes en coche la ponen reflexiva.
Hace un par de días mientras nos dirigíamos a su escuela; ella iba atenta con la mirada hacia fuera viendo pasar las cosas de las aceras, de pronto me pregunto:
Papa, cuando tú todavía no estabas en la pancita de mi abuela, ¿Dónde estabas?.
Me imagino que con Dios, le respondí.
Y yo cuando no estaba en la panza de mi mama, ¿Dónde estaba?.
Me imagino que también con Dios, dije.
Se quedo unos instantes en silencio, para después decir:
Con razón me parece que nos conocemos de antes.
II
Hace rato de nuevo andábamos en coche, buscando algo para su tarea escolar que tiene que presentar mañana, cuando se acerca desde el asiento trasero y me dice casi al oído:
Sabes papa, hace rato hable con Dios.
¿Y eso?, ¿Qué le dijiste?.
Que me hubiera hecho nacer con alas.
La verdad me dio un poco de risa, aunque trate de controlarme, pero fue imposible, así que ella muy recta dijo:
No te rías, que es en serio.
Esta bien, no me reiré, pero ¿Qué te respondió?.
Pues que si me las iba a dar pero mas adelante.
III
Otro día venia ella viendo el cielo nublado y sin quitar la vista en el infinito dijo:
-Sabes, papa, ya descubrí porque Dios no usa zapatos.
-¿Ah, si?, ¿y porque no usa zapatos?.
-Porque si esta en el cielo, solo puede pisar nubes, así que no necesita zapatos.
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